viernes, junio 09, 2006

INVOCACIÓN
La noche llama a mi cigarro,
y a la nostalgia infinita
que nos guía.
Las bocanadas de humo
no dejan de citarte,
y tu imagen
queda cautiva en mi mente.
Tratamos a veces
de ser indiferentes
a la atracción
que no se va, sino se queda
y nos llama a un nuevo encuentro.
Privado del mundo que nos rodea
lleno del mundo que hemos creado

1 comentario:

Lore Ortiz dijo...

Es que por más que intento dejarlo no puedo...
Cuando no tengo cigarros lo único que quiero es fumar, y cuando los tengo digo no más!
Maldito círculo vicioso... como decía don Chuma "fumo cuando estoy nervioso y el cigarro me pone nervioso"

Un beso, chau
Lore