jueves, diciembre 22, 2005

EN LA MICRO...




La capacidad de conmover, producir un cambio,
remecer y generar respuestas en el alma
y en la mente
son la base de cualquier aproximación al Arte
Desde las definiciones más clásicas
que ponen especial énfasis
en la belleza, la proporción y la armonía
hasta las concepciones más vanguardistas,
pasando por el arte conceptual de los 70s,
cuyo fin primordial era entregar un mensaje y
despertar una opinion en torno a la instalación,
la obra de arte siempre ha producido un
efecto en quien la admira.
Más racional a veces,
más instintivo en otras,
su función (o mejor aún, su vocación)
ha sido siempre
llenar nuestras necesidades espirituales
y es el lenguaje que utiliza,
el que ha variado y lo seguirá haciendo,
acorde con los cambios
que experimenta nuestra cultura,
en un ciclo que nunca acaba
y que, por el contrario,
sólo evoluciona.

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